Es una infección localizada, producida por el virus de la varicela Zóster (VVZ). El herpes ocurre sólo en personas que ya hayan padecido varicela y corresponde a una reactivación del virus latente de dicha enfermedad. Se desconoce por qué el virus se reactiva en ciertos individuos y en otros no, pero parece que se puede deber a una cierta susceptibilidad individual y a factores inmunológicos (baja de defensas).
El primer síntoma de la reactivación del virus suele ser hormigueo en la piel, picazón o dolor punzante. Después de varios días, aparecen unas lesiones que empiezan como una banda o parche que se extiende siguiendo el recorrido del nervio con vesículas en superficie. A continuación, las lesiones con líquido que empiezan a secarse y quedan cubiertas por costras en unos días. Los síntomas pueden variar desde un leve picor hasta dolor extremo e intenso.